La vagina es un órgano delicado y poderoso al mismo tiempo, capaz de recuperarse después del parto, pero es sensible al jabón. La secreción vaginal, a su vez, dice mucho sobre la salud de la mujer.
El cuerpo humano alberga miles de millones de microorganismos involucrados en diversas funciones corporales, por ejemplo, los procesos digestivos o el funcionamiento del sistema inmunológico. La microflora vaginal está dominada por bacterias lactobacilos. Estas bacterias inhiben la proliferación de patógenos y forman un ambiente ácido a través de la excreción de ácido láctico.
Es posible mantener un ambiente vaginal saludable con una dieta que contenga bastantes productos fermentados como yogur o chucrut. Lo más importante es el cuidado diario adecuado y conocerse a si misma: si has estudiado los rincones más íntimos de tu cuerpo en detalle, podrás notar a tiempo cualquier cambio.
Habitualmente, la secreción vaginal es traslúcida y acuosa, pero también puede ser más espesa y de color blanco lechoso. Su consistencia, color y olor dependen de varios factores, por ejemplo, la excitación sexual, la ovulación, el embarazo o la condición de la microflora vaginal.
La influencia de las hormonas hace que la secreción vaginal sea diferente en las distintas etapas del ciclo menstrual. Incluso la sangre menstrual no tiene el mismo color rojo al principio que a la mitad o al final del ciclo menstrual.
La secreción vaginal inusual, que no coincide con el ciclo, tiene olor desagradable, es de consistencia o color atípicos o acompaña otros síntomas como ardor, picazón o dolor en el área genital, puede indicar problemas en el balance de la microflora vaginal o enfermedades. Es razón suficiente para consultar con un médico y hacerse pruebas.
¿Cuáles son las causas de la secreción vaginal mezclada con sangre o de color marrón? ¿Cómo cambia la secreción en caso de disbacteriosis? Para saber más, lee un artículo en inglés aquí.
Puedes hacer el seguimiento de tu regla utilizando WomanLog. Descárgate WomanLog ahora: