Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se desarrollan por patógenos: bacterias, virus o parásitos transmitidos de una persona a otra por vía sexual. El método más seguro de evitar las ETS es el uso del preservativo, sin olvidar la higiene personal.
Las ETS más comunes son la sífilis, la gonorrea, VIH/SIDA, clamidia, tricomoniasis, hepatitis B, papilomatosis causada por el virus del papiloma humano (VPH) así como el herpes genital. Las causas de dichas enfermedades y otras infecciones son el contagio principalmente a través de las secreciones corporales infectadas o líquidos como la sangre, la saliva, etc.
Es más probable que la infección se transmita durante el sexo vaginal, anal u oral, pero varias ETS se transmiten por el uso de la misma jeringuilla o besándose con una persona infectada.
Para protegerse de las ETS es necesario usar correctamente los preservativos masculinos y femeninos, informarse de los síntomas de las ETS, comprobar la salud regularmente, vacunarse contra la hepatitis y el VPH. Es decir, actuar con responsabilidad y respeto tanto por tu salud como por la de los otros.
La mayoría de ETS son relativamente fáciles de tratar si se detectan a tiempo. Las no tratadas pueden tener consecuencias graves, por ejemplo, la sífilis puede causar ceguera, discapacidad o incluso la muerte, y la clamidia, infertilidad.
Lamentablemente, todavía no es posible curarse de la infección del VIH. La hepatitis viral también puede ser potencialmente mortal, pero la infección por VPH puede tener consecuencias graves a largo plazo en forma de tumor maligno.
Más información en inglés sobre las ETS específicas y sus síntomas visibles e invisibles, así como el riesgo de infectarse, aquí.
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