Normalmente el embarazo es un acontecimiento alegre y anticipado, pero a veces puede ser una sorpresa desagradable. Se manifiesta por una variedad de síntomas (náuseas matutinas, aumento del apetito o cansancio) pero, para tenerlo claro, ayuda una prueba de embarazo.
Las pruebas de embarazo están disponibles ampliamente y su uso es muy sencillo: basta con unas gotas de orina para descubrir la verdad. El resultado de la prueba depende de la presencia de la hormona hCG en la orina, que se produce en el cuerpo solo cuando un óvulo fertilizado ha germinado en el útero y el embrión ha comenzado a desarrollarse.
Para realizar la prueba correctamente y comprender el resultado, se recomienda leer las instrucciones de uso y verificar la fecha de caducidad de la prueba.
Sin embargo, dado que los resultados de la prueba de orina no son 100% fiables, sin importar cuántas rayas aparezcan, es aconsejable consultar al médico: solo una prueba de sangre dará una respuesta clara a la pregunta: “¿Estoy embarazada?”
La consulta con el médico también puede ayudar con consejos en caso de un embarazo no planificado.
¿Cuándo es el momento adecuado para hacerse una prueba de embarazo? ¿Cómo funciona? ¿Cuántas pruebas tengo que realizar para obtener un resultado correcto? Consulta más información sobre este tema en un artículo en inglés aquí.
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