El término “sexualidad” lleva a pensar en el sexo, pero la palabra va mucho más allá del sexo y de la procreación. La sexualidad es una parte integral e importante de cada persona, vinculada al deseo de amar, de estar en una relación cercana, de sentir la intimidad y el placer sexual.
Todos somos seres sexuales, tanto los hombres como las mujeres. La sexualidad se forma muy temprano y no termina con la disminución de la función reproductiva. Tiene un impacto importante en la salud física, pero también influye en la salud mental y en el bienestar general de una persona.
La sexualidad influye y a su vez está influida por una variedad de factores históricos, religiosos, sociales, culturales, etc. A lo largo de la historia se ha tratado de manera diferente. Incluso hoy, la percepción de la sexualidad y sus diferentes modalidades (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad o asexualidad) varía en diferentes países y culturas. Puede ser liberal y abierta, pero también puede ser negativa u hostil.
Las actitudes de la sociedad hacia la sexualidad influyen mucho en la capacidad de una persona para definir su orientación e identidad sexual. Al comprender nuestra sexualidad, podemos construir relaciones con otras personas y también entrar en un contacto más cercano con nuestra personalidad, pero a menudo no es una tarea fácil.
¿Desde cuándo existe la sexualidad? ¿Somos todos igualmente sexuales? ¿Qué pasa si te discriminan por tu sexualidad? Consulta más información sobre este tema en un artículo en inglés aquí.
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